El embajador Allan Wagner Tizón 
aseveró hoy que “no existe ningún tratado” de límites que fije la 
frontera marítima con Chile y que ese país no ha logrado demostrar la 
tesis contraria, en el inicio de los alegatos peruanos ante la Corte 
Internacional de Justicia de La Haya.
Explicó que no hay ninguna delimitación 
marítima preexistente entre las partes, tampoco ningún convenio 
internacional ni una línea de facto que delimite dicha frontera.
“La causa de Perú en esta corte estriba en que el límite marítimo no ha sido delimitado y que en ausencia de tal delimitación esa frontera tiene que ser determinada por la corte”, indicó de acuerdo con la traducción de su exposición realizada en inglés.
Añadió que Chile “no ha logrado demostrar ni dónde ni cuándo quedó establecido el límite marítimo que esa parte alega”.
Según reseñó, Chile y Perú coincidieron 
en la extensión de su jurisdicción a una distancia de 200 millas desde 
la costa, lo que era coherente con el objetivo común de proteger sus 
derechos marítimos frente al aumento de la pesca ballenera extranjera 
fuera de sus costas.
No obstante, el agente peruano aseguró 
que en ninguno de los decretos o documentos que al respecto emitieron 
las partes se expresaba preocupación alguna por las fronteras laterales 
con los Estados vecinos.
“Efectivamente, en el Decreto Supremo de Perú de 1947 no se establecía absolutamente nada respecto de una frontera lateral que siguiera un paralelo de latitud u otra línea cualquiera”, apuntó Wagner.
Declaración de Santiago
Recordó que, en 1952, tanto Perú 
como Chile y Ecuador firmaron la Declaración de Santiago, en la que se 
ponía de manifiesto ante la comunidad internacional una política de 
defender y proteger sus recursos vivos marítimos, que eran explotados 
por grandes flotas pesqueras.
Por consiguiente, añadió, los tres Estados proclamaron su jurisdicción hasta una distancia mínima de 200 millas de sus costas.
“La Declaración de Santiago nada tenía que ver con las fronteras laterales. Se enfocaba en la extensión de 200 millas de los tres Estados, con miras a las actividades depredadoras de flotas balleneras extranjeras”, manifestó el también excanciller peruano.
Pese a ello, mencionó, Chile alega que 
mediante el punto 4 de dicha declaración, las partes delimitaron su 
frontera marítima; sin embargo –agregó Wagner–, ese acápite sólo se 
enfoca en los derechos marítimos correspondientes a las islas existentes
 en la zona.
“En el punto 4 no se delimitaban las fronteras marítimas entre Perú y Chile, ni entre Perú y Ecuador”, enfatizó.
Afirmó
 que Chile es “plenamente consciente” de que la Declaración de Santiago 
no apoya su postura respecto a que las partes acordaron en ese momento 
una frontera marítima.
Iniciativa peruana
Al referirse al contexto histórico de la 
controversia, Wagner reseñó que en 1986 Perú pidió a Chile iniciar las 
negociaciones para fijar por acuerdo la frontera marítima entre ambos 
Estados, por intermedio de su enviado especial, el embajador Juan Miguel
 Bákula.
Señaló que entonces la reacción de Chile fue declarar que “estudiaría el asunto y volvería al mismo a su debido tiempo”.
“Lamentablemente, Chile no dio ninguna indicación de estar estudiando el asunto, más bien en los noventa inició una serie de medidas unilaterales para crear la sensación de que ya existía una frontera marítima con Perú, pese a la total ausencia de cualquier acuerdo en este sentido”, anotó.
Chile no publicó mapas en 40 años
Explicó que después de ello, Chile
 empezó a publicar cartas o mapas en los que pretendía mostrar una 
frontera marítima con Perú, pese a que no lo había hecho durante 40 
años, desde la firma de la Declaración de Santiago (1952).
Dijo que en el 2000, dichos mapas fueron 
depositados ante las Naciones Unidas, pretendiendo representar una 
frontera a lo largo del paralelo 18 de latitud, lo que motivó la 
protesta de Perú, que señaló que nunca se había firmado un acuerdo de 
límites marítimos.
Incluso en el 2004, Perú propuso 
oficialmente el inicio de negociaciones bilaterales para delimitar la 
frontera marítima, lo que fue rechazado por Chile, argumentando que esta
 ya se había establecido, ratificando que “Chile no tenía interés en 
negociar la delimitación de una frontera marítima”.
Ello motivó que ambos Estados, 
por intermedio de sus cancilleres, firmaran una comunicación conjunta en
 noviembre de ese año, en la que señalaban que tenían posiciones 
diferentes respecto al tema jurídico de su delimitación marítima.
Por eso, dijo, se decidió acudir al 
tribunal internacional, para aplicar que se delimite la frontera 
marítima acorde con el derecho internacional, desde el Punto Concordia, 
donde la frontera terrestre llega al mar y que declara los derechos 
soberanos de Perú en la zona.
Al inicio de su exposición, 
Wagner declaró su admiración por el extinto exmandatario peruano José 
Luis Bustamante y Rivero, expresidente de la Corte Internacional de 
Justicia de La Haya y uno de los grandes promotores de la tesis de las 
200 millas marítimas.

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